sábado, 21 de noviembre de 2009

Comida y simposio

¡Ya te digo! Dos palabras tan similares en su inicio y tan distintas en la actualidad. Aquí hay tomate. Comida, de verbo comer, de com-edere: o sea, edere cum. Edere es en latín nuestro ingerir castellano. Pero el hombre latino sabía que la comida era cosa seria y divertida a la vez. No sé, yo no me atrevería a pontificar al respecto, pero me parece que a poca gente le gusta comer sola, sin compañía... (¡y menuda otra palabreja: compañía! Para otro día.) Así que se dejó de edere, y se empezó a com-edere.
Y, con todo, simposio, en la actualidad algo para intelectuales, también lo fue en sus orígenes, aunque no era un conjunto de mentes brillantes, sino de gente que bebía juntamente. A partir del verbo pino, piomai, epion, pepoka: beber, tomar. La última palabreja, transformada y pasada por el latín, da posis... ¿Así que beber juntos es algo de sabios? También ellos lo decían: in vino, veritas. La verdad está en el vino, o hay que buscarla acompañada de él.
Pase lo que pase, una comida y un simposio jamás serán lo mismo, aunque lo parezcan.

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